el nuevo sión

Resultado de imagen para imagenes del monte de sion en israel"¿Qué es Sion? ¿Qué es el monte de Sion? ¿Cuál es el significado bíblico de Sion?"

Respuesta: 
El salmo 87:2-3 dice, “Su cimiento está en el monte santo. Ama JEHOVÁ las puertas de Sion más que todas las moradas de Jacob. Cosas gloriosas se han dicho de ti, ciudad de Dios.” La palabra “Sion” ocurre 150 veces en la Biblia, significando esencialmente “fortaleza.” En la Biblia, Sion es tanto la ciudad de David como la ciudad de Dios. Conforme la Biblia progresa, la palabra Sion tiene una transición de referirse primariamente a una ciudad física, a un contexto más espiritual. 

La primera mención de la palabra “Sion” en la Biblia se encuentra en 2 Samuel 5:7, “Pero David tomó la fortaleza de Sion, la cual es la ciudad de David.” Por lo tanto, Sion originalmente era el nombre de una antigua fortaleza de los jebuseos en la ciudad de Jerusalén. Sion llegó a ser no solo una fortaleza, sino también una ciudad en la cual estaba la fortaleza. Después que David capturó “la fortaleza de Sion,” Sion fue entonces llamada “la ciudad de David” (1 Reyes 8:11 Crónicas 11:52 Crónicas5:2). 

Cuando Salomón construyó el Templo en Jerusalén, la palabra Sion se expandió en significado para incluir también al Templo y el área que lo rodeaba (Salmos 2:648:211-12132:13) Eventualmente Sion fue usado como un nombre para la ciudad de Jerusalén, la tierra de Judá, y la gente de Israel como un todo (Isaías 40:9Jeremías 31:12Zacarías 9:13). 

El uso más importante de la palabra Sion es en un sentido teológico. Sion es usado figurativamente para Israel como el pueblo de Dios (Isaías 60:14). El significado espiritual de Sion es continuado en el Nuevo Testamento, donde le es dado el significado cristiano del reino espiritual de Dios, la Jerusalén celestial (Hebreos 12:22Apocalipsis 14:1). Primera de Pedro 2:6: “Por lo cual también contiene la Escritura: He aquí, pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa; y el que creyere en él, no será avergonzado.”
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“Sión: Los puros de corazón”

Doctrina y Convenios y la Historia de la Iglesia: Manual para el maestro

Objetivo

Que los miembros de la clase comprendan lo que enseñan las Escrituras acerca de Sión e inspirarlos en sus esfuerzos por establecer Sión.

Preparación

  1. Estudie los pasajes de las Escrituras y los demás materiales que se indican a continuación, y ore al respecto:
    1. Nuestro Legado, páginas 37–38, 143–145.
  2. Repase el material correspondiente a esta lección en la Guía de estudio para el miembro de la clase (35686 002) y planifique la forma en que lo utilizará durante lección.
  3. Para obtener una mayor comprensión de los acontecimientos históricos relacionados con la doctrina de esta lección, considere repasar los siguientes:
  4. Pida a uno de los miembros de la clase que se prepare para presentar en forma resumida el relato de la ciudad de Enoc, el cual se encuentra en Moisés 7:12–19, 68–69.
  5. Si va a realizar la actividad para despertar el interés, lleve una hoja de papel y un bolígrafo o lápiz para cada uno de los miembros de la clase.

Sugerencias para el desarrollo de la lección

Actividad para despertar el interés

Si lo considera apropiado, utilice la siguiente actividad o una de su preferencia para comenzar la lección.
Dé a cada uno de los miembros de la clase una hoja de papel y un bolígrafo o lápiz. Pida a todos que anoten cinco cosas importantes que les gustaría lograr en la vida. Una vez que hayan tenido el tiempo suficiente para escribir, lea la declaración del profeta José Smith que se encuentra a continuación:
“Nuestro objeto principal debe ser la edificación de Sión… No tardará en llegar el tiempo en que ningún hombre gozará de paz sino en Sión y sus estacas” (Enseñanzas del Profeta José Smith, pág. 187).
Pida a los miembros de la clase que mediten en las preguntas que aparecen a continuación sin contestarlas en voz alta:
• Al repasar lo que han anotado en sus respectivas listas, ¿cuántas de las cosas que desean lograr podrían servir para la edificación de Sión? ¿Cómo podrían modificar su lista de modo que respondiera a la admonición del profeta José Smith?
Las revelaciones que se encuentran registradas en Doctrina y Convenios contienen muchas instrucciones referentes a la edificación de Sión. En esta lección se trata lo que Sión es y lo que se requiere de nosotros para establecerla.

Análisis y aplicación

Con oración, escoja el material de la lección que satisfaga mejor las necesidades de los miembros de su clase. Aliéntelos a compartir experiencias que se relacionen con los principios de las Escrituras.

1. La palabra Sión tiene varios significados.

Explique que, en las Escrituras, la palabra Sión tiene varios significados. Lea con los miembros de la clase los pasajes de las Escrituras que se indican a continuación. Haga notar el significado que la palabra Sión tiene en cada pasaje y escriba en la pizarra ese significado.
  1. D. y C. 97:21. (Los puros de corazón.)
  2. D. y C. 82:14. (La Iglesia y sus estacas.)
  3. Moisés 7:19. (La ciudad de Enoc.)
  4. 2 Samuel 5:6–71 Reyes 8:1. (La antigua ciudad de Jerusalén.)
  5. D. y C. 45:66–6757:1–2Artículos de Fe 1:10. (La Nueva Jerusalén, que será edificada en Misuri.)
  6. Hebreos 12:22–23. (La morada de los que son exaltados.)
Ponga de relieve que en las Escrituras, Sión puede significar el pueblo de Dios (los puros de corazón), un lugar determinado, o las dos cosas. En esta lección, cuando hablamos de la edificación de Sión en nuestra época, nos referimos a la purificación de nuestros corazones a fin de que los lugares donde vivimos puedan ser llamados Sión.

2. Sión ha existido en las dispensaciones anteriores.

Explique que ha habido unas pocas ocasiones en las dispensaciones anteriores en las que Sión ha existido entre los del pueblo de Dios. La ciudad de Enoc es un ejemplo de un pueblo que estableció Sión. Pida al miembro de la clase al que haya dado la asignación correspondiente que presente en forma resumida los acontecimientos que se hacen constar en Moisés 7:12–19, 68–69.
• ¿Qué caracterizó la Sión de la época de Enoc? (Véase Moisés 7:12–19.) ¿Por qué se llamó Sión al pueblo de ellos? (Véase Moisés 7:18.) ¿Qué significa ser “uno en corazón y voluntad”?
• ¿Qué le sucederá a la ciudad de Enoc en el Milenio? (Véase Moisés 7:61–63. Regresará a la tierra y llegará a ser parte de la Nueva Jerusalén.) ¿Por qué el relato de Enoc y su pueblo es importante para nosotros en la actualidad? (Además de servirnos para hacernos comprender el destino de la ciudad de Enoc, el relato nos ayuda a comprender lo que debemos hacer para establecer Sión.)

3. A los santos de nuestra dispensación se les ha mandado establecer Sión.

Uno de los asuntos que se menciona con mayor frecuencia en Doctrina y Convenios es el establecimiento de Sión en los últimos días. En esas revelaciones hay más de 200 referencias a Sión. Algunas de ellas se refieren a un lugar físico, otras a una virtud del corazón y otras a la edificación de la Iglesia del Señor. Aun antes de que la Iglesia se organizara formalmente, el Señor mandó a un número de los hermanos, diciendo: “…procurad sacar a luz y establecer la causa de Sión” (D. y C. 6:611:612:614:6).
Para los primeros santos, el establecer Sión no significaba tan sólo ser puros de corazón y vivir en unidad, sino que también significaba edificar la ciudad de Sión, o sea, la Nueva Jerusalén. En julio de 1831, el Señor reveló al profeta José Smith que la ciudad de Sión sería construida en Misuri y que Independence sería el lugar central (D. y C. 57:1–3). Después de esa revelación, muchos santos se congregaron en Misuri. Allí prosperaron durante un tiempo, pero no tardaron en surgir entre ellos contenciones y divisiones. También hubo conflictos con otros pobladores del lugar. En noviembre de 1833, el populacho expulsó a los santos de sus hogares. Unos pocos meses después, en julio de 1834, el Señor reveló que los santos tendrían que esperar “un corto tiempo la redención de Sión” (D. y C. 105:9). (Véanse las lecciones 12 y 27 para leer más información referente al establecer la ciudad de Sión en Misuri.)
• ¿Por qué no pudieron los primeros santos edificar la ciudad de Sión? (Véase D. y C. 101:6–8105:1–12.) ¿Qué podemos aprender de la experiencia de ellos que nos sirva para edificar Sión en la actualidad? (Explique que para edificar Sión —ya sea en una ciudad, en nuestras estacas o en nuestros hogares— debemos adquirir las cualidades que caracterizan a los del pueblo de Sión: ser puros de corazón, ser unidos y generosos, sin egoísmo.)
Indique que aunque la edificación de la ciudad de Sión se aplazó, los profetas de los últimos días nos han exhortado a continuar esforzándonos por establecer Sión tanto en nuestros corazones como en nuestras estacas y nuestros hogares. El presidente Harold B. Lee dijo:
“Las fronteras de Sión, donde pueden morar los justos y puros de corazón, deben comenzar a extenderse. Las estacas de Sión deben fortalecerse. Todo eso para que Sión se levante y brille al paso que se vaya volviendo cada vez más diligente en la obra de llevar el plan de salvación a todo el mundo” (en “Conference Report”, abril de 1973, pág. 5; o Ensign, julio de 1973, pág. 3).
• Lea con los miembros de la clase D. y C. 82:14–15. ¿Qué manda el Señor en esos versículos? ¿Qué cosas específicas debemos hacer para edificar Sión? (Pida a los miembros de la clase que lean los pasajes de las Escrituras que aparecen a continuación y que indiquen lo que éstos enseñan acerca del edificar Sión. Resuma en la pizarra la información que den. Seleccione algunas de las siguientes preguntas para animarlos a participar en el análisis.)
  1. D. y C. 97:21. (Esforzarse por ser puros de corazón.) El Señor dio la definición más sencilla de Sión cuando la llamó “los puros de corazón” (D. y C. 97:21). ¿Qué podemos hacer para volvernos puros de corazón? (Véase Moroni 7:47–4810:32.)
  2. D. y C. 38:27. (Ser unidos.) De los habitantes de la ciudad de Enoc se dijo que “eran uno en corazón y voluntad” (Moisés 7:18). La falta de unidad fue una de las razones por las que los primeros santos no pudieron edificar la ciudad de Sión (D. y C. 101:6105:4). ¿Qué formas eficaces hay de aumentar la unidad en las familias? ¿Cómo podemos ser más unidos en nuestro barrio?
  3. D. y C. 64:34–35105:3, 5–6. (Ser obedientes.) En D. y C. 105, el Señor menciona la desobediencia como una de las razones por las que la ciudad de Sión no se estableció en aquella época. ¿En qué forma se han fortalecido ustedes o su familia como resultado de la obediencia a los principios del Evangelio? ¿De qué manera se ha fortalecido su barrio o su estaca por la obediencia de los miembros a los principios del Evangelio?
  4. D. y C. 105:3. (Cuidar de los pobres y afligidos.) Los santos que procuraban establecer Sión en Misuri fueron castigados por el Señor porque no daban “de sus bienes a los pobres ni a los afligidos entre ellos” (D. y C. 105:3). ¿Por qué el cuidar de los necesitados es una parte indispensable del edificar Sión? ¿Qué oportunidades tenemos de cuidar de los que se encuentran necesitados?
  5. D. y C. 97:10–16. (Edificar templos y recibir las bendiciones del templo.) ¿Por qué son importantes los templos en la edificación de Sión? (Véase D. y C. 97:13–16105:9–12.)
  6. D. y C. 105:10. (Enseñarnos los unos a los otros y aprender nuestros deberes con mayor perfección.) ¿Qué podemos hacer para mejorar la enseñanza tanto en nuestras familias como en el entorno formal de la Iglesia? ¿En qué formas podría ser preciso que aprendiéramos nuestros deberes con mayor perfección?
  7. D. y C. 133:8–9. (Predicar el Evangelio al mundo.) El Señor mandó a los élderes de la Iglesia sacar a las personas de Babilonia (el mundo) y congregarlas en Sión. ¿De qué formas fortalece la predicación del Evangelio a las estacas de Sión?

4. Las Escrituras contienen promesas maravillosas acerca del futuro de Sión.

El Señor habla en Doctrina y Convenios de muchas bendiciones que llegarán a Sión en los últimos días. Para ver algunos ejemplos de esas bendiciones, indique a los miembros de la clase que lean D. y C. 97:18–25 y pídales que nombren bendiciones específicas que se prometen a Sión. Véase también la lista que aparece a continuación.
  1. Sión se ensanchará y llegará a ser gloriosa en extremo y muy grande (D. y C. 97:18).
  2. Las naciones de la tierra honrarán a Sión (D. y C. 97:19).
  3. El Señor será la salvación de Sión (D. y C. 97:20).
  4. Sión se regocijará (D. y C. 97:21).
  5. Sión escapará a la venganza del Señor (D. y C. 97:22–25).
• ¿Qué debemos hacer para recibir esas bendiciones? (Véase D. y C. 97:25.)
• ¿Qué sienten al reflexionar en el futuro de Sión?
El profeta José Smith enseñó: “El establecimiento de Sión es una causa que ha interesado al pueblo de Dios en todas las edades; es un tema que los profetas, reyes y sacerdotes han tratado con gozo particular. Han mirado adelante, con gloriosa expectación, hacia el día en que ahora vivimos; e inspirados por celestiales y gozosas expectaciones, han cantado, escrito y profetizado acerca de esta época… somos el pueblo favorecido que Dios ha elegido para llevar a cabo la gloria de los últimos días” (Enseñanzas del Profeta José Smith, págs. 282–283).

Conclusión

Comparta la siguiente declaración del presidente Gordon B. Hinckley:
“…veo un maravilloso futuro en un mundo muy incierto. Si nos aferramos a nuestros valores, si edificamos sobre nuestro legado, si caminamos en obediencia ante el Señor, si tan sólo vivimos el Evangelio, seremos bendecidos en forma magnífica y maravillosa. Se nos contemplará como un pueblo peculiar que ha encontrado la clave para una felicidad peculiar.
“ ‘Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová… Porque de Sión saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová’ (Isaías 2:3).
“Nuestro pasado ha sido grandioso; maravilloso es nuestro presente y glorioso puede ser nuestro futuro” (“Miren hacia el futuro”, Liahona, enero de 1998, pág. 82).
Inste a los miembros de la clase a establecer Sión tanto en sus corazones como en sus respectivas familias y en sus estacas. Según le inspire el Espíritu, testifique de las verdades que han tratado durante la lección.

Sugerencia adicional para la enseñanza

Si lo desea, utilice la idea que se da a continuación con el fin de complementar la reseña que se sugiere para la lección.

Himnos de Sión

Haga los preparativos para que miembros de la clase canten o lean la letra de uno de los himnos siguientes: “Bandera de Sión” (Himnos, Nº 4); “Israel, Jesús os llama” (Himnos, Nº 6); o “Bella Sión” (Himnos, Nº 23). O pida a un(a) solista o a un grupo pequeño de personas que se prepare para cantar uno de esos himnos. Analicen cómo celebra el himno la edificación de Sión.
tomado de https://www.lds.org/manual/doctrine-and-covenants-and-church-history-gospel-doctrine-teachers-manual/lesson-46-zion-the-pure-in-heart?lang=spa


SALMO 124
1Los que confían en el Señor son como el monte Sión:
no tiembla, está asentado para siempre.
2Jerusalén está rodeada de montañas,
y el Señor rodea a su pueblo
ahora y por siempre.
3No pesará el cetro de los malvados
sobre el lote de los justos,
no sea que los justos extiendan
su mano a la maldad.
4Señor, concede bienes a los buenos,
a los sinceros de corazón;
5y a los que se desvían por sendas tortuosas,
que los rechace el Señor con los malhechores.
¡Paz a Israel!
COMENTARIO AL SALMO 124
[Este salmo es uno de los 15 «cánticos graduales» o «cantos de las subidas» o ascensiones, que eran interpretados por los peregrinos camino de Jerusalén o cuando subían las gradas de acceso a su Templo. Sión es el nombre del monte sobre el que se asienta Jerusalén y, más en particular, de la colina en la que se construyó el Templo; significa asimismo toda la ciudad de Jerusalén y su población; en el cristianismo, el nombre de "monte Sión" se aplica también a la colina meridional de la ciudad donde se alza el Cenáculo. Además, en la Escritura, Sión es un término cargado de simbolismos y significados espirituales.- La Biblia de Jerusalén da a este salmo el título de Dios protege a los suyos.- Para Nácar-Colunga el título de este salmo es Invocación del auxilio divino sobre Israel. La solidez de la ciudad de Jerusalén, asentada sobre el monte Sión y rodeada de montañas, es símbolo de la firmeza con que el Señor protege a sus siervos ahora y por siempre.- «Dios protege a los que confían en Él. Repasar con la mente la historia de la Iglesia, de una institución o nuestra propia historia particular, equivale a encontrar motivos incontables de confianza en Dios, que nunca abandona a los suyos, a pesar de las debilidades humanas» (J. Esquerda Bifet).]
* * *
La seguridad de los que confían en Yahvé
La vista de la inexpugnable colina de Sión ha sugerido al poeta un canto a la protección divina sobre sus siervos y sobre la ciudad santa. Quizá fue compuesto con motivo de una peregrinación a la capital de la teocracia hebrea. Al llegar los peregrinos y dar vista a la ciudad maravillosa y amada, el salmista exhorta a la confianza en el que todo lo puede. La permanencia de la ciudad santa sobre las colinas es una prenda de estabilidad para los que son fieles a su Ley. En efecto, Yahvé no permitirá que los impíos hagan presa sobre los justos, que particularmente le pertenecen.
Desde el punto de vista literario, este salmo es una mezcla de oráculo y de plegaria. Se percibe cierto ritmo gradual, reflejado en las repeticiones. Algunas expresiones recientes prueban el origen postexílico de la composición.
Las montañas son en la literatura bíblica el símbolo de la estabilidad y de la eternidad. El salmista menciona aquí al monte Sión porque está especialmente vinculado a las creencias religiosas de los israelitas, ya que los vaticinios proféticos hablaban de los fundamentos inconmovibles de Sión, puestos por Dios directamente: «Yo he puesto en Sión por fundamento una piedra, piedra probada, piedra angular, de precio, sólidamente asentada» (Is 28,16; 14,32). En el salmo se trata de destacar la firmeza de la confianza de Israel -firme como la roca de Sión- y no su prosperidad. La ciudad santa está rodeada de colinas, que la escoltan y dan más firmeza defensiva: por el este, el monte de los Olivos; por el sur, el monte del Mal Consejo, y por el oeste, las colinas que dominan el valle de Er-Rababy o gehenna. Este cinturón de colinas es un símbolo de la custodia que Yahvé ejerce sobre su ciudad santa: el Señor rodea a su pueblo. En Zac 2,5 se dice que Yahvé será para Jerusalén un muro de fuego alrededor. Es la idea que quiere resaltar ahora el salmista para sembrar confianza en los peregrinos que se acercan a la ciudad santa.
Dios no permitirá que el cetro de los malvados -su poder opresor- se sobreponga al lote de los justos, la tierra santa de Canaán, que tocó en suerte a las tribus de Israel (Jos 18,10-11). Aquí el pueblo elegido es llamado justo en contraposición a los pueblos paganos, que desconocen las vías santas del Señor. El salmista, pues, declara que Yahvé no permitirá que una nación pagana domine permanentemente sobre el pueblo de Dios, pues la prolongada opresión daría lugar a que los justos -los israelitas en general- desesperaran de su situación privilegiada de pueblo de Dios y se unieran a los gentiles, renegando de su Dios. La dominación extranjera, pues, no se ha de prolongar, so pena de un grave peligro de general apostasía del pueblo de Dios.
El salmo se termina con una oración para que Yahvé favorezca a los que le son fieles y castigue a los impíos, quitando así toda ocasión de apostasía de los buenos al ver que la virtud es retribuida y la maldad castigada. Así se mantendrá la paz sobre Israel. La palabra paz aquí resume «todas las esperanzas, plegarias y deseos, y se deseaba extendiendo las manos sobre Israel en la bendición sacerdotal. La pazsignifica el final de la tiranía, de la hostilidad, de la división, de la intranquilidad y de la alarma; la pazsignifica libertad y armonía, seguridad y bendición» (Delitzsch).
[Maximiliano García Cordero, en la Biblia comentada de la BAC]
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CATEQUESIS DE JUAN PABLO II
El Señor vela por su pueblo
Queridos hermanos y hermanas:
1. En nuestro encuentro, que tiene lugar después de mis vacaciones, pasadas en el Valle de Aosta, reanudamos el itinerario que estamos recorriendo dentro de la liturgia de las Vísperas. Ahora la atención se centra en el salmo 124, que forma parte de la intensa y sugestiva colección llamada «Canción de las subidas», libro ideal de oraciones para la peregrinación a Sión con vistas al encuentro con el Señor en el templo (cf. Sal 119-133).
Ahora meditaremos brevemente sobre un texto sapiencial, que suscita la confianza en el Señor y contiene una breve oración (cf. Sal 124,4). La primera frase proclama la estabilidad de «los que confían en el Señor», comparándola con la estabilidad «rocosa» y segura del «monte Sión», la cual, evidentemente, se debe a la presencia de Dios, que es «roca, fortaleza, peña, refugio, escudo, baluarte y fuerza de salvación» (cf. Sal 17,3). Aunque el creyente se sienta aislado y rodeado por peligros y amenazas, su fe debe ser serena, porque el Señor está siempre con nosotros. Su fuerza nos rodea y nos protege.
También el profeta Isaías testimonia que escuchó de labios de Dios estas palabras destinadas a los fieles: «He aquí que yo pongo por fundamento en Sión una piedra elegida, angular, preciosa y fundamental: quien tuviere fe en ella, no vacilará» (Is 28,16).
2. Sin embargo, continúa el salmista, la confianza del fiel tiene un apoyo ulterior: el Señor ha acampado para defender a su pueblo, precisamente como las montañas rodean a Jerusalén, haciendo de ella una ciudad fortificada con bastiones naturales (cf. Sal 124,2). En una profecía de Zacarías, Dios dice de Jerusalén: «Yo seré para ella muralla de fuego en torno, y dentro de ella seré gloria» (Za 2,9).
En este clima de confianza radical, que es el clima de la fe, el salmista tranquiliza «a los justos», es decir, a los creyentes. Su situación puede ser preocupante a causa de la prepotencia de los malvados, que quieren imponer su dominio. Los justos tendrían incluso la tentación de transformarse en cómplices del mal para evitar graves inconvenientes, pero el Señor los protege de la opresión: «No pesará el cetro de los malvados sobre el lote de los justos» (Sal 124,3); al mismo tiempo, los libra de la tentación de que «extiendan su mano a la maldad» (Sal 124,3).
Así pues, el Salmo infunde en el alma una profunda confianza. Es una gran ayuda para afrontar las situaciones difíciles, cuando a la crisis externa del aislamiento, de la ironía y del desprecio en relación con los creyentes se añade la crisis interna del desaliento, de la mediocridad y del cansancio. Conocemos esta situación, pero el Salmo nos dice que si tenemos confianza somos más fuertes que esos males.
3. El final del Salmo contiene una invocación dirigida al Señor en favor de los «buenos» y de los «sinceros de corazón» (v. 4), y un anuncio de desventura para «los que se desvían por sendas tortuosas» (v. 5). Por un lado, el salmista pide al Señor que se manifieste como padre amoroso con los justos y los fieles que mantienen encendida la llama de la rectitud de vida y de la buena conciencia. Por otro, espera que se revele como juez justo ante quienes se han desviado por las sendas tortuosas del mal, cuyo desenlace es la muerte.
El Salmo termina con el tradicional saludo shalom, «paz a Israel», un saludo que tiene asonancia conJerushalajim, Jerusalén (cf. v. 2), la ciudad símbolo de paz y de santidad. Es un saludo que se transforma en deseo de esperanza. Podemos explicitarlo con las palabras de san Pablo: «Para todos los que se sometan a esta regla, paz y misericordia, lo mismo que para el Israel de Dios» (Ga 6,16).
4. En su comentario a este salmo, san Agustín contrapone «los que se desvían por sendas tortuosas» a «los que son sinceros de corazón y no se alejan de Dios». Dado que los primeros correrán la «suerte de los malvados», ¿cuál será la suerte de los «sinceros de corazón»? Con la esperanza de compartir él mismo, junto con sus oyentes, el destino feliz de estos últimos, el Obispo de Hipona se pregunta: «¿Qué poseeremos? ¿Cuál será nuestra herencia? ¿Cuál será nuestra patria? ¿Cómo se llama?». Y él mismo responde, indicando su nombre -hago mías estas palabras-: «Paz. Con el deseo de paz os saludamos; la paz os anunciamos; los montes reciben la paz, mientras sobre los collados se propaga la justicia (cf. Sal 71,3). Ahora nuestra paz es Cristo: "Él es nuestra paz" (Ef 2,14)» (Esposizioni sui Salmi, IV, Nuova Biblioteca Agostiniana, XXVIII, Roma 1977, p. 105).
San Agustín concluye con una exhortación que es, al mismo tiempo, también un deseo: «Seamos el Israel de Dios; abracemos con fuerza la paz, porque Jerusalén significa visión de paz, y nosotros somos Israel: el Israel sobre el cual reina la paz» (ib., p. 107), la paz de Cristo.
[Texto de la Audiencia general del Miércoles 3 de agosto de 2005]
MONICIÓN SÁLMICA
Probablemente el salmo 124 fue compuesto en ocasión de una peregrinación a Jerusalén. La vista de la ciudad, coronada por el monte Sión, es, para los peregrinos, como un símbolo de la seguridad del creyente; los enemigos de Jerusalén tendrán que retroceder, porque la montaña de Sión es inexpugnable. Así los que confían en el Señor no tiemblan y pueden estar tranquilos aunque las embestidas del enemigo arreciasen: No pesará sobre ellos el cetro de los malvados, porque el Señor rodea a su pueblo.
Hagamos nuestra esta actitud de firme confianza del salmista. Aun en medio de las mayores dificultades, esperamos contra toda esperanza, porque los que confían en el Señor son como el monte Sión, asentado para siempre.
En la celebración comunitaria, es recomendable que este salmo sea proclamado por un salmista; si no es posible cantar la antífona propia, la asamblea puede acompañar el salmo cantando alguna antífona que exprese la confianza, por ejemplo: «En Dios pongo mi esperanza» o bien «El auxilio me viene del Señor», sólo el estribillo.
Oración I: Escucha, Señor, a tu Iglesia, que espera de ti la unidad, la fuerza y la paz; tú, que dijiste a los discípulos en la tempestad nocturna «Soy yo, ¡no tengáis miedo!», no permitas que pese sobre nosotros el cetro de los malvados; en ti confiamos, Señor Jesús. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
Oración II: Señor Jesucristo, que has fundamentado tu Iglesia sobre la roca firme y has prometido que las fuerzas del mal nunca prevalecerán contra ella, haz que creamos siempre que tú rodeas a tu pueblo como las montañas rodean Jerusalén, y no permitas que, desconfiando de tu promesa, extendamos nuestras manos a la maldad. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
[Pedro Farnés]
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NOTAS A LOS VERSÍCULOS DEL SALMO 124
Salmo de confianza que termina con una súplica. El título lo llama salmo de peregrinación: la vista de la ciudad santa puede inspirar esos sentimientos de confianza en Dios.
V. 1. El monte Sión es privilegiado porque Dios lo ha elegido para habitar en él. Esta presencia de Dios es su cimiento firmísimo: Dios está también presente en el alma de los que confían.
V. 2. Jerusalén es la ciudad santa, en torno al templo: las montañas la protegen militarmente. Pero su verdadera protección es el Señor, que cuida de «su pueblo».
V. 3. En tomo a Jerusalén, la tierra prometida es el lote de los justos: sobre ella no se afianzará el poder extranjero, porque sería una tentación demasiado grave para el pueblo.
VV. 4-5. Doble súplica dirigida a la justicia remuneradora de Dios. La invocación final puede ser antifónica, como en otros salmos se lee el aleluya.
[L. Alonso Schökel]
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El salmo 125 es una breve composición en dos partes: a) meditación esperanzada sobre Sión, vv. 1-3; b) oración de doble petición, vv. 4-5. Ni el autor ni la ocasión se pueden fijar con certeza. Tal vez corresponda a la época de la restauración de Israel. En este supuesto resultaría inteligible tanto la firme confianza del principio del salmo, a pesar de las amenazas de Sambalat, como las peticiones finales, una por el pueblo fiel y otra contra la facción de traidores y débiles que cedían a las instigaciones enemigas (cf. Ne 6).
VV. 1-3. La vista del monte Sión despierta en el salmista el sentimiento de la firme confianza del pueblo fiel en el Señor. Como aquella montaña privilegiada no tiembla, porque la morada de Dios en ella es su más firme cimiento, así la unión con Dios da al alma la más firme seguridad. El símil se refuerza en el v. 2. Los montes que rodean a Jerusalén: el Escopo, el Olivete, el del Escándalo al este, el del Mal Consejo al sur, y las colinas onduladas del oeste, son símbolo del poder divino para el pueblo. La frase estereotipada ahora y por siempre indica la constancia y perpetuidad de la protección. Ésta se afirma por tercera vez y de modo categórico en v. 3, no pesará la vara o cetro de los malvados, es decir, la fuerza del opresor (cf. Is 14,5), sobre la suerte o lote de los justos, o sea sobre la tierra que como heredad recibieron del Señor.
[Extraído de R. Arconada, en La Sagrada Escritura. Texto y comentario, de la BAC]
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MONICIONES PARA EL REZO CRISTIANO DEL SALMO 124
Introducción general
Si el cetro de los malvados aún no ha sofocado definitivamente a Jerusalén, ciudad que sigue inspirando confianza, habría que pensar en los años del 597 al 587 antes de Cristo para la datación de este salmo; a no ser que los malvados sean los últimos reyes de Judá, en cuyo caso no comprendemos la libertad con que se expresa el salmista. En todo caso, los malvados no ocupan el centro del salmo. El centro de atención son los justos que habitan en Sión. Para ésta y para aquéllos se desea la paz. El salmo es un poema de consolación que vacila entre lo didáctico y lo lírico, entre la súplica y la profesión de certeza.
Lírica, didáctica y petición se dan la mano en este salmo de confianza. La vista de la ciudad santa inspira unos sentimientos de confianza en los habitantes de Jerusalén o en los peregrinos, que ahora pueden relacionarse con la asamblea cristiana. El versículo 3, si bien expresa un sentimiento de seguridad, recurre a un lenguaje didáctico. Los dos últimos versículos formulan una súplica directa. De acuerdo con esta división, puede salmodiarse del modo siguiente:
AsambleaConfianza del pueblo: «Los que confían... ahora y por siempre» (vv. 1-2).
PresidenteEnseñanza didáctica: «No pesará el cetro... su mano a la maldad» (v. 3).
AsambleaPetición: «Señor, concede bienes... paz a Israel» (vv. 4-5).
«Yo seré para Jerusalén una muralla en torno»
No obstante las fortificaciones naturales, los enemigos cercaron a Jerusalén en más de una ocasión, estremeciéndose el corazón de sus habitantes como se estremecen los árboles del bosque movidos por el viento. Es necesario infundir una confianza más sólida. Dios, que se definió como «escudo» del proto-patriarca Abrán (Gn 15,1), hace de un perseguido en Jerusalén una ciudad fortificada, un muro de bronce (Jer 1,18). Él mismo será para Jerusalén una muralla en torno. El Señor rodea a su pueblo. La nueva Jerusalén tiene una muralla que se asienta sobre doce piedras (Ap 24,14). La piedra principal -elegida, angular y preciosa- es Cristo, el gran abrazo que Dios da a la ciudad. Quien edifica en el recinto de esta ciudad, sobre la Piedra fundamental de la misma, no temerá los torrentes enemigos. Su construcción no tiembla, está asentada para siempre, ya que oye y pone en práctica las palabras de Jesús (Lc 7,47-49).
La dicha de los pobres
No todos han apostatado bajo el cetro de los malvados. Quedan pobres, justos, de corazón sincero, que no se han desviado por sendas tortuosas; antes bien confían en el Señor. Ellos habitarán la tierra. La dicha de los pobres es doble: tienen una tierra donde habitar y es la Tierra en la que Dios se muestra (Gn 12,1.7). Jesús es la Tierra de la manifestación divina. Dios es arquitecto y constructor en esta nueva Tierra. Nuestra incipiente construcción en la Tierra Prometida será firme en la Ciudad permanente que ya ahora buscamos. Cuando Dios se nos manifieste, sin velo alguno, en la Tierra, cuando transforme este cuerpo nuestro en un cuerpo glorioso, nuestra dicha será completa. La bienaventuranza para quienes poseen la Tierra será nuestra bienaventuranza.
«Dios te conceda la paz»
Ante las amenazas de destrucción que planean sobre Jerusalén, no viene mal desearle la paz: ausencia de guerra, seguridad y concordia fraterna, bienes de todo género otorgados al justo. La paz es plenitud de vida. El Príncipe de la Paz traerá una paz sin fin. Cuando el Príncipe llegó a la provincia humana de su imperio, mensajeros celestes pregonaron la paz (Lc 2,14). Será fruto del sacrificio de Jesús. La paz que Jesús deja y da es la reconciliación de todos los hombres en un solo cuerpo. Es una anticipación de la vida eterna que subsiste en la tribulación e irradia en nuestras relaciones con los hombres, hasta el día en que el Dios de la paz restablezca todas las cosas en su integridad original. Que Dios conceda la paz a nuestro mundo.
Resonancias en la vida religiosa
Confiados ante el desconcierto: En medio de tantas insidias, defecciones, de tantas injustificadas rupturas de compromisos cristianos y religiosos, ¿quién nos asegura que justamente nosotros nos mantendremos fieles al Señor? Y cuando, por otra parte, observamos la bisoñez y precariedad de nuestras realizaciones y de nuestra vida espiritual, ¿dónde podremos encontrar una garantía de perseverancia en nuestra vocación?
El salmo 124 nos da esta respuesta consoladora: «Los que confían en el Señor son como el monte Sión: no tiembla, está asentado para siempre», «el Señor rodea a su Pueblo ahora y por siempre». Se nos convoca a depositar toda nuestra confianza en el Señor: no reinará sobre nosotros el poder del mal. Dios no permitirá que extendamos nuestras manos hacia la maldad. Nos concederá sus bienes, porque nos desea la plenitud y está interesado en que llegue a nosotros el don de la paz.
Oraciones sálmicas
Oración I: Señor, quien se edifica sobre la piedra angular, que es Cristo, no tiembla; cimienta nuestra fe sobre esta roca para que no nos estremezcamos ante los envites del mal. Te lo pedimos, Padre, por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Oración II: No dejes, Padre, que nos desviemos por sendas tortuosas; haznos buenos y sinceros de corazón para que habitemos en la tierra en que Tú te manifiestas, para que quedemos injertados en Cristo Jesús, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
Oración III: Dios de la paz, que detestas el odio que genera la guerra, concédenos tu paz eterna y construye a nuestra Iglesia sobre el cimiento sólido del amor reconciliador. Te lo pedimos, Padre, por Jesucristo nuestro Señor. Amén.





Sion

Ephraim Moses LilienSion, 1903.
Lilien, Estampilla para el Keren Kayemet, Viena, 1901-2. Su configuración simbólica presenta una estrella de Davidconteniendo la palabra Sion en caracteres hebreos.
Mural que recuerda la condición judía durante el Cautiverio en Babilonia: "Junto a los ríos de Babilonia, nos sentábamos y llorábamos, al acordarnos de Sion. Sobre los sauces en medio de ella colgamos nuestras arpas" (Salmo 137).1​ Sinagoga Hurva, Jerusalén. Restauración por Nahum Meltzer, 2006-2010.
Y nuestros ojos verán con piedad tu retorno a Sion.2​ Estampa de Lilienpara el Quinto Congreso Sionista, Basilea, diciembre de 1901.3
Hatikva. En el himno nacional deIsrael, el término Sion figura dos veces.
Puerta de Sion, Jerusalén, 1540.
Iglesia de la Dormición de María (Iglesia Católica), en Monte Sion.
Sion4​ (en hebreoצִיּוֹןtsiyyon; transliterado a veces como ZionTzion o Tsion) fue inicialmente el nombre de una fortaleza jebusea conquistada por el rey David y que se encontraba situada en la actual Jerusalén. La fortaleza se situaba en una colina del lado sureste de Jerusalén, el Monte Sion, y es mencionada en la Biblia como el centro espiritual y la "madre de todos los pueblos" (Salmo 87, 2).
En el Libro de los Salmos figuran los Cánticos de Sion, conjunto de himnos gloriosos sobre la presencia de Dios en relación al pueblo de Israel, desde el diálogo con Moisés, pasando por el Arca de la Alianza, y hasta llegar al Templo de Jerusalén.
Sion es un término que hace referencia a una sección de Jerusalén, la cual, por definición bíblica, es la Ciudad de David. A menudo suele emplearse el término Sion como sinónimo de "Jerusalén".5
Tras la muerte de David, el término comenzó a usarse para definir la colina en que se situaba el Templo de Salomón. Más tarde, Sion se empleó para hacer referencia tanto al Templo como a sus propios cimientos.
Como recoge la Biblia en numerosos de sus pasajes (y especialmente en Isaías 60), este nombre fue utilizado a lo largo del tiempo como referencia no solo a la ciudad, sino también a la noción de Jerusalén como centro espiritual del pueblo judío; y, por extensión, a la Tierra Prometida.
En el medioevo, Sion fue usado por militares y religiosos católicos para denominar a la orden de Sion durante la primera cruzada (siglo XII).6
En siglo XIX, el sionismo o movimiento nacionalista moderno del pueblo judío adoptó el témino Sion por consenso general y desde entonces su empleo se mantuvo para designar no solo a Jerusalén, sino a toda la Tierra de Israel.7

Simbólico de "Liberación"[editar]

Uno de los pasajes bíblicos más famosos que hacen referencia al término se encuentra en el salmo 137:
Junto a los ríos, en Babilonia, allí nos sentábamos, y llorábamos al acordarnos de Sion.
En dicho salmo, Sion es considerada ser un lugar de unidad, paz y libertad, literalmente opuesto a Babilonia, ciudad decadente y caracterizada por su explotación sistemática del género humano.8
El anhelo de los judíos por Sion, comenzando desde la deportación y esclavitud de los judíos durante el cautiverio babilonio, fue luego también adoptado en los Estados Unidos por los esclavos negros cristianos, e incluso luego de la Guerra Civil, continuó siendo por los negros que en ese país continuaban aún oprimidos.
Sion pasó a simbolizar el anhelo de los pueblos desposeídos y errantes por una tierra segura. Podía aludir Sion a un lugar específico, como Etiopía en el caso de rastafaris. Para otros adquirió un sentido puramente espiritual, significando el hogar espiritual, ya sea el cielo o la paz de espíritu en la vida presente de un individuo.
En el caso del pueblo hebreo ambas ideas se conjugan en el himno nacional de Israel, titulado Hatikva y escrito en 1878; es allí donde el término Sion adquiere un papel protagónico expresando las dos veces milenaria Esperanza colectiva y nacional del pueblo israelita:
כל עוד בלבב פנימה
נפש יהודי הומיה,
ולפאתי מזרח קדימה,
עין לציון צופיה,
Kol od balevav penima
Nefesh yehudi homia
Ulfaatei mizraj kadima
Áin leTsion tsofia
Mientras en lo profundo del corazón
palpite un alma judía,
y dirigiéndose hacia el Oriente
un ojo aviste a Sion,
עוד לא אבדה תקוותנו,
התקווה בת שנות אלפים,
להיות עם חופשי בארצנו,
ארץ ציון וירושלים.
Od lo avda tikvaténu
Hatikva bat shnot alpaaim
Lihiot am jofshi beartseinu
Erets Tsion veYerushalaim
no se habrá perdido nuestra esperanza;
la esperanza de dos mil años,
de ser un pueblo libre en nuestra tierra:
la tierra de Sion y Jerusalén.

Relaciones entre Sion y Jerusalén[editar]

La "Puerta de Sion" o "Puerta del Profeta David" se halla en el Barrio Armenio de la Ciudad Vieja de Jerusalén.9​ Presenta el impacto de los enfrentamientos armados entre árabes e israelíes en 1948 (Guerra árabe-israelí).
Pintura mural sobre el Hejal de la Sinagoga Yojanán Ben-Zakai con la Ciudad de Jerusalén representada como Sion y acompañada de versículos hebreosdedicados a ella: Salmos 137:5-6 (superior); Salmos 128:5-6 (derecha); Isaías 44:26 y 1 Reyes 11:36 (izquierda).

Versículos bíblicos del mural en la Sinagoga Yojanán Ben-Zakai[editar]

Formando parte de un conjunto sinagogal sito en la Ciudad Vieja de Jerusalén, la Sinagoga Yojanán Ben-Zakai contiene una pintura mural con una imagen celestial de Sion acompañada de cuatro versículos bíblicos, donde las nociones de Sion y Jerusalén se encuentran íntimamente ligadas:
  • Salmo 137:5-6Si me olvidare de ti, oh Jerusalén, Pierda mi diestra su destreza. Mi lengua se pegue a mi paladar, Si de ti no me acordare; Si no enalteciere a Jerusalén Como preferente asunto de mi alegría.14
  • Salmo 128:5-6Bendígate Señor desde Sion, Y veas el bien de Jerusalén todos los días de tu vida, Y veas a los hijos de tus hijos. Paz sea sobre Israel.15
  • Isaías 44:26Yo, el que despierta la palabra de su siervo, y cumple el consejo de sus mensajeros; que dice a Jerusalén: Serás habitada; y a las ciudades de Judá: Reconstruidas serán, y sus ruinas reedificaré.16
  • 1 Reyes 11:36Y a su hijo daré una tribu, para que mi siervo David tenga lámpara todos los días delante de mí en Jerusalén, ciudad que yo me elegí para poner en ella mi nombre.17

Otros usos del término

Movimiento rastafari

Para los rastafaris Sion se encuentra en África, exactamente en Etiopía, donde el término también se usa. Algunos rastas se sienten los representantes de los auténticos hijos de Israel en la actualidad, y su anhelo es ser repatriados a África, o a Sion. La música reggae rasta está llena de referencias a Sion.

Referencias a Sion en la cultura occidental

Existen composiciones musicales del periodo renacentista donde se citan pasajes bíblicos, como es el caso del coral "Super flumina Babylonis" de Giovanni Pierluigi da Palestrina (1526 - 1594) donde se cita un fragmento del salmo 136 (137).
La letra clásica del Réquiem, en el introitus, incluye una cita sobre Sion: "Te decet hymnus, Deus, in Sion, et tibi reddetur votum in Jerusalem", En Sion cantan dignamente tus alabanzas. En Jerusalén te ofrecen sacrificios.
También se menciona en una pieza de 'El Mesías' de Handel titulada 'Rejoyce greatly, oh daughter of Zion'.
La canción "Rivers of Babylon" de Boney M publicada en 1978 hace una clara referencia a Sion. La letra misma tiene fragmentos literales del Salmo 19:14.
La canción "Ya hey" de la banda de indie rock "Vampire Weekend" hace referencia de Sion. Diciendo "Oh, sweet thing, Zion doesn't love you"
Sion es también utilizada en la controvertida obra The Holy Blood and the Holy Grail (El enigma sagrado en castellano). Obra de esoterismo histórico que llegó a ser muy popular, pero considerada pseudohistórica por los historiadores, difundió la teoría de un matrimonio entre María Magdalena y Jesús de Nazaret y la existencia de una secta milenaria encargada de guardar el «Santo Grial», entre otras teorías conspirativas sobre la Iglesia Católica, sin fundamento real, y que más tarde recrearía en forma de ficción Dan Brown.
En el ámbito del cine, y probablemente inspirado en el significado original de la palabra, el término fue utilizado en la trilogía cinematográfica Matrix para nombrar a la última ciudad de los seres humanos en la Tierra.
La banda de rock Sonic syndicate menciona Sion en la canción "Zion must fall".
La banda Argentina power trio Carajo posee una canción titulada "Zión" en referencia al lugar sagrado
La banda de rock progresivo Tool hace referencia a "sion" en la canción "10,000 Days (Wings Pt 2)".
Boney M también escribió una canción titulada "Zion's Daughter".
El grupo de metal P.O.D. hace referencia a Sion en su canción Sleeping awake, que sirvió como tema principal de la película Matrix, también en la canción Babylon The Murderer, de su último álbum, Murdered Love. También encontramos referencias a Sion en canciones de Matisyahu, como por ejemplo en Fire of Heaven/Altar of Earth.
El grupo de metal Sleep hace varias referencias a Sion en la letra de la canción "Jerusalem/Dopesmoker".
Se menciona a Sion en la canción Fausto del grupo granadino de power metal sinfónico Anima Adversa. El coro recita unos versos en latín: Super flumina Babilón, Illic sedimus, Illic flevimus, Cum recordaremur Sion.[1]
En el videojuego de PC y Xbox Star Wars Knights of The old Republic II, Darth Sion es uno de los miembros del Triunvirato Sith. Representa el Dolor. Tiene aspecto de zombi, con partes mutiladas y según Atton Rand, es un "Lord Sith que duerme con vibromachetes". Empuña un sable carmesí estándar y puede regenerarse. La exiliada le derrota psicológicamente frente a la puerta que lleva al Núcleo de Trayus.
Hillsong utiliza Sion (en inglés Zion) para representar a su disco en el 2013.
También en el juego de PC League of Legends es el nombre de un personaje que se caracteriza por su resistencia y fuerza.
El cantante puertorriqueño Félix Gerardo Ortiz Torres, ha elegido como seudónimo artístico el nombre de Zion, formando el dúo "Zion & Lennox", reconocido en el género del reguetón.

Referencias

  1. Volver arriba Salmos 137:1-2.
  2. Volver arriba La estampa es así titulada a partir de la inscripción en hebreo) que figura en la misma.
  3. Volver arriba Imagen publicada en Ost und West, Berlín, enero de 1902, 17-18.
  4. Volver arriba «Palabras como guiontruhanfieliais, etc., se escriben sin tilde». Real Academia Española. Consultado el 3 de septiembre de 2017. «[...] y ciertos nombres propios, como Ruan y Sion [...] deben escribirse ahora obligatoriamente sin tilde.»
  5. Volver arriba Tremper Longman y Peter Enns, Dictionary of the Old Testament: Wisdom, Poetry & Writings, InterVarsity, 2008, Vol. 3, p. 936; Terry R. Briley, Isaiah, The College Press NIV commentary: Old Testament series, College Press, 2000, Vol. 1, p. 49.
  6. Volver arriba , Orden medieval militar y religiosa fundada en Jerusalén que aspiraba a cristianizarla.
  7. Volver arriba En el contexto sionista, Jerusalén es entendida como la "eterna e indivisible" capital del Estado Hebreo.
  8. Volver arriba La canción Rivers of Babylon, popularizada por el grupo Boney M., cita literalmente el salmo 137.
  9. Volver arriba Los árabes la denominan « Bab El-Nabi Da'oud »—Puerta del Profeta David; los israelitas la conocen como « Sha'ar Tzion »—Puerta de Sion.
  10. Volver arriba George Williams y Robert Willis, The Holy City: Historical, Topographical, and Antiquarian Notices of Jerusalem, 1849.
  11. Volver arriba Fotografía con negativo preservados en Library of Congress Prints and Photographs Division Washington, D.C.
  12. Volver arriba La fotografía muestra además al Edificio Sansur; fotografía por el Servicio Fotográfico Matson.
  13. Volver arriba The Ten-Year Anniversary Book of the Israeli Department of Public Works, Israel, 1958.
  14. Volver arriba Salmo 137:5-6
  15. Volver arriba Salmo 128:5-6
  16. Volver arriba Isaías 44:26
  17. Volver arriba 1 Reyes 11:36

Bibliografía[editar]

  • Batto, Bernard F., y Roberts, Kathryn L. David and Zion: Biblical Studies in Honor of J.J.M. Roberts Eisenbrauns, EE.UU., 2004. ISBN 1-57506-092-2.

Véase también[editar]

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