EL FEMINISMO.
DEFINICIÓN DEFEMINISMO
Maryana Marrash (1848-1919) fue una de las primeras feministas de Cercano Oriente.Uno de los símbolos del movimiento feminista alemán, a partir de la década de 1970.Acto por el Día Internacional de la Mujer en Dhaka, Bangladesh, el 8 de marzo de 2005, organizado por el Centro Nacional de Trabajadoras.La lucha codo con codo con los hombresEl derecho a vestirnos como queramos...La defensa de El justo reparto de tareas domésticas y cuidado de los hijosCronología
Después de vender su casa, Emmeline Pankhurst, en la foto en la ciudad de Nueva York en 1913, viajó constantemente, dando discursos en toda Gran Bretaña y Estados Unidos.los derechos reproductivosLa defensa de nuestros derechosLa ruptura del techo de cristales real qué 2018 sea el año más extraño para hablar de techo de cristal. donde eeuu francia y rusia bombardean siria, para liberarlo del régimen del estado islámico. donde solo quieren que el humano sufre y se infeliz ellos serán pueblo infelices en nombre de dios, donde de damasco a siria ser destruido. cambiando de tema vemos más el machismo reflejado en todo el mundo, recordemos que la ignorancia la podemos combatir la mediocridad no, el ser mediocre muere mediocre. por eso el que quiera escuchar que escuche y si no que clave su propia tumba. Reino Unido y Alemania, por ejemplo, tienen al frente políticas mujeres, pero en Estados Unidos no sólo Hillary Clinton perdió la oportunidad de ser la primera mujer presidenta, sino que un machista declarado se convirtió en presidente de los Estados Unidos. Vamos viendo avances, sí. Cada vez hay más mujeres importantes en los consejos de administración y los parlamentos. Pero la minoría sigue siendo grande.
La derogación de términos vejatorios
La igualdad salarialEl derecho a caminar tranquilas por la calleLa lucha, feroz, contra la violencia machista en todas sus manifestaciones
El feminismo cuestiona las relaciones entre la sexualidad (como género) y el poder social, económico y político. Al revisar la historia, las feministas consideran que el patriarcado ha sido negativo para la sociedad y que las mujeres han sido sometidas a la voluntad del hombre.
Del latín femĭna (“mujer”), el feminismo es la doctrina social favorable a la mujer. Se trata de un movimiento que exige que hombres y mujeres tengan los mismos derechos: por lo tanto, concede al género femenino capacidades antes reservadas sólo a los hombres.
Aunque el tema de la igualdad se trataba en publicaciones del siglo XVII, como De l'Égalité des hommes et des femmes (1622), de Marie Le Jars de Gournay o De l'Égalité des deux sexes (1673), de François Poullain de la Barre, el neologismo francés féminisme se formó a finales del siglo XIX, a partir de la palabra latina "femina" y el sufijo "isme". El primer uso del término, aunque con un significado distinto, se produce en 1871, cuando un estudiante de medicina, Ferdinand-Valérie Fanneau de la Cour, lo utilizó en su tesis, Du fèminisme et de l'infantilisme chez les tuberculeux (Del feminismo y el infantilismo en los tuberculosos), para referirse a la patología que aquejaba a los varones que sufrían de este mal. Según su tesis, se producía una detención del desarrollo del cuerpo, lo que derivó en el debilitamiento del individuo enfermo, y, finalmente, se presentaba una feminización del cuerpo masculino. Es poco probable, sin embargo, que se diseminó este término, tanto por su contexto como por la coyuntura en el que se produce.
Meses después, en 1872, Alexandre Dumas hijo, escritor y dramaturgo, retomó el término, ahora con un sentido político, en sus panfletos Feminismo y El hombre-mujer para desprestigiar a los varones que apoyaban decididamente el movimiento de mujeres que demandaban el acceso a sus derechos ciudadanos. Según la historiadora y filósofa francesa Geneviéve Fraisse, Dumas utilizó el término feminismo en el marco de un debate sobre temas como el adulterio y el divorcio. No fue hasta la década de 1880, cuando Hubertine Auclert, sufragista francesa, retomó el término, ahora con una connotación dirigida a los movimientos que buscaban la justicia social y política para las mujeres.
Por su parte, el Diccionario de la lengua española recoge por primera vez el neologismo en 1914 y no modifica la definición hasta 1992 (del latín femĭna, mujer, hembra, e -ismo). Hasta esta fecha ha definido feminismo como «doctrina social favorable a la mujer, a quien concede capacidad y derechos reservados antes a los varones». En su segunda acepción, es el movimiento que exige para las mujeres iguales derechos que para los varones. Esta segunda acepción la incorpora la edición de 1992.
Se reconocen varias modalidades de feminismo, entre otras: el feminismo cultural, el feminismo liberal, el feminismo radical, el ecofeminismo, el anarcofeminismo, el feminismo de la diferencia, el feminismo de la igualdad, el feminismo marxista, el feminismo socialista, el feminismo separatista, el feminismo filosófico, el feminismo islámico, el feminismo lésbico y el transfeminismo. Todo ello hace que se hable de "feminismos" (en plural) y no de un solo "feminismo". En esta línea, se define feminismo como el conjunto heterogéneo de ideologías y de movimientos políticos, culturales y económicos que tienen como objetivo la igualdad de derechos entre varones y mujeres.
para mi es mas nefasto algo que persigue daña y diseñan. al que crea cree y diseña. por eso ahora entiendo por la gente está tan loca, gracias a la gran ramera de las iglesias en plural todas, todas son logias, todas confundes tu espiritualidad or la fe en la religión, solo confunden y no dejan ser a nosotros los humanos libres con sus sexistas y enfermas de plagas campañas oscuras y satánicas del sistema macabro para que creen en su stress y diversas inseguridades. El feminismo es definido por la gran ramera de la Real Academia Española (LGRRAE) como un «principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre.».La definición de este concepto ha sido tema de debate entre diferentes autores e incluso ha generado diferentes movimientos sociales y culturales.
Como movimiento de transformación de la sociedad, tiene una vocación de influencia sobre la forma en la que se conceptualiza la realidad y en el discurso científico. A medida que el movimiento feminista adquiere relevancia en el mundo académico, se va generando un cuerpo teórico independiente con herramientas conceptuales propias.
En su consideración de movimiento social, el feminismo se conceptúa como un proceso, una sucesión de etapas o fases, también llamadas "olas". Es importante tener en cuenta que la cronología del feminismo estadounidense no coincide con la de los estudios feministas europeos, entre los que destacan los que se realizan en idioma español. En cada fase u "ola" se han desarrollado ideas y conceptos, teorías, estrategias, acciones, corrientes muy diversas, así como una teoría feminista que ha dado lugar a la aparición de disciplinas como, por ejemplo, la geografía feminista, la historia del feminismo o los estudios de género. Como movimiento de transformación de las relaciones de poder entre varones y mujeres, el feminismo realiza una crítica de la visión androcéntrica de la sociedad, a la que debe atacar para conseguir sus objetivos.
Es importante tener en cuenta que hay hombres que son feministas (es decir, que dan la razón y apoyan al movimiento), mientras que no todas las mujeres se consideran feministas. Algunas mujeres aceptan el rol social que ocupa el género y lo reconocen como una realidad cultural que no debería ser censurada.
El feminismo es un conjunto heterogéneo de movimientos políticos, culturales, económicos y sociales, que tienen como objetivo la emancipación de las mujeres y la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, así como cuestionar la dominación y violencia de los varones sobre las mujeres y viceversa, además de la asignación de roles sociales según el género mediante meritocracia.
La influencia del feminismo ha conseguido cambios en ámbitos como el derecho a la educación, el voto femenino, el derecho al trabajo, la igualdad ante la ley o los derechos reproductivos, entre muchos otros. En su vertiente intelectual, la teoría feminista también ha influenciado la teoría crítica, dando lugar a los estudios de género, así como a subdisciplinas de ciencias sociales y de estudios de las ciencias naturales.
El feminismo es un conjunto heterogéneo de movimientos políticos, culturales, económicos y sociales, que tienen como objetivo la emancipación de las mujeres y la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, así como cuestionar la dominación y violencia de los varones sobre las mujeres y viceversa, además de la asignación de roles sociales según el género mediante meritocracia.
La influencia del feminismo ha conseguido cambios en ámbitos como el derecho a la educación, el voto femenino, el derecho al trabajo, la igualdad ante la ley o los derechos reproductivos, entre muchos otros. En su vertiente intelectual, la teoría feminista también ha influenciado la teoría crítica, dando lugar a los estudios de género, así como a subdisciplinas de ciencias sociales y de estudios de las ciencias naturales.
..y a ser como somos sin recriminación alguna.
Porque el body shaming en las redes sociales también mata. Porque podemos ser criticadas por gordas, por flacas, por tener mucho pecho, por tener muy poco... Por nuestro cuerpo, en general. Reivindicamos el derecho a vivir felices con nosotras mismas, sin que nadie se sienta con derecho a insultarnos por ello.
Es interesante recalcar que, aunque se considera que este movimiento apareció como tal en el siglo XX como tal, muchas han sido las mujeres que a lo largo de la historia ya habían defendido los derechos del género femenino. Entre las mismas se encuentra, por ejemplo, la filósofa y poetisa veneciana Christine de Pisan que en los siglos XIV y XV llevó a cabo la creación de varias obras literarias en las que abogaba abiertamente por los citados.
Porque necesitamos hombres feministas para que la lucha funcione, para llegar a la igualdad real. Y queremos amarlos, sin que nadie se atreva a creer que los odiamos. Son nuestros aliados, nuestros amigos y nuestros amores, y queremos relaciones sanas con ellos, sin micromachismos, sin desigualdades. Que ellos sean los primeros en apoyar nuestras posturas.
El feminismo comenzó a ser visible a partir del siglo XX en las sociedades occidentales, donde obtuvo importantes logros. El derecho al sufragio o a solicitar el divorcio y las condiciones de empleo igualitarias son algunos de los avances más notables, aún cuando resta mucho camino por recorrer hasta alcanzar la igualdad de derechos.
No nos referimos solo a que las mujeres en algunos países musulmanes estén obligadas a cubrirse con diferentes tipos de velos. Contra eso hay que luchar, por supuesto. Pero también queremos vestir como queramos, sin que se nos acuse de exhibicionistas, de provocar o, desde una visión muy anticuada del feminismo, se crea que ir a la moda, pintarse los labios o preocuparnos de nuestro aspecto sea algo que nos resta un ápice de credibilidad.
En esos primeros compases del feminismo en el siglo XX podríamos destacar a figuras tan importantes como las estadounidenses Lucretia Mott o Elizabeth Cady Stanton. Esta última es conocida no sólo por haber luchado por conseguir el sufragio femenino en su país sino también por haber proclamado la necesidad de establecer un control de la natalidad, las leyes del divorcio o los derechos en materia de empleo.
Otras de las feministas más relevantes de la historia han sido la escritora parisina Simon de Beauvoir, la activista estadounidense Kate Millet o la también literata americana Betty Friedan, entre otras muchas más.
Tampoco aquí lo hemos conseguido aún. La situación ha mejorado, claro, pero España, en concreto, sigue a la cola de Europa en el reparto de tareas en el hogar. No lo decimos nosotros, lo dice un estudio de la Universidad de Oxford.
Los estudios feministas europeos, entre los que destacan los que se realizan en idioma español, distinguen como primera fase la del feminismo e Ilustración, también llamada la polémica feminista.
Una de las primeras mujeres filósofas con principios feministas fue Hiparquía, esposa de Crates de Tebas. Era miembro de la escuela cínica, por lo que se despojó de sus posesiones, familia y comportamiento acuerdo a la sociedad, dejó el rol tradicional dado a la mujer y comenzó a vestir ropa de hombre a modo de no seguir las tradiciones de la sociedad griega. Teodoro el Ateo, que se reía de ella, le preguntó por qué no se dedicaba a las tareas propias de su sexo. Hiparquía, consciente de lo que podía haber de revolucionario en su actitud, le respondió: "¿Crees que he hecho mal en consagrar al estudio el tiempo que, por mi sexo, debería haber perdido como tejedora?".
Si bien las polémicas sobre la mujer se remontan hasta la Edad Media y aunque arrancan con el preciosismo, siendo de destacar la obra de Poullain de la Barre (1673), es en el siglo XVIII cuando la polémica sobre igualdad y diferencia entre los sexos se plantea con un discurso crítico, a través de la filosofía de la Ilustración, que era contemporánea. El detonante fue la publicación de la obra Vindicación de los derechos de la mujer, de Mary Wollstonecraft (1792). La segunda ola fue el feminismo liberal sufragista, centrado en el derecho al sufragio y a la educación. Fue un interregno, después de las Guerras, con la llamada mística de la feminidad. La tercera ola comienza en los años setenta con lo que las feministas llamaron «el malestar que no tenía nombre», y el análisis del patriarcado, los techos de cristal, así como la situación de las mujeres en el resto del planeta donde no se reconocen los derechos humanos que se declararon universales e inalienables. En esta tercera ola sigue el feminismo, que es un internacionalismo, en la segunda década del siglo XXI.
Otra cronología distingue la primera ola, que apareció a finales del siglo XIX y principios del XX y se centró mayormente en el logro del derecho al sufragio femenino; la segunda ola aparece en los años 60s y 70s y se centra en la liberación de la mujer; por último, la tercera ola comienza en los años 90 y se extiende hasta hoy en día, y constituye una continuación y una reacción a las lagunas que se perciben en el feminismo de la segunda ola.
Los estudios feministas europeos, entre los que destacan los que se realizan en idioma español, distinguen como primera fase la del feminismo e Ilustración, también llamada la polémica feminista.
Una de las primeras mujeres filósofas con principios feministas fue Hiparquía, esposa de Crates de Tebas. Era miembro de la escuela cínica, por lo que se despojó de sus posesiones, familia y comportamiento acuerdo a la sociedad, dejó el rol tradicional dado a la mujer y comenzó a vestir ropa de hombre a modo de no seguir las tradiciones de la sociedad griega. Teodoro el Ateo, que se reía de ella, le preguntó por qué no se dedicaba a las tareas propias de su sexo. Hiparquía, consciente de lo que podía haber de revolucionario en su actitud, le respondió: "¿Crees que he hecho mal en consagrar al estudio el tiempo que, por mi sexo, debería haber perdido como tejedora?".
Si bien las polémicas sobre la mujer se remontan hasta la Edad Media y aunque arrancan con el preciosismo, siendo de destacar la obra de Poullain de la Barre (1673), es en el siglo XVIII cuando la polémica sobre igualdad y diferencia entre los sexos se plantea con un discurso crítico, a través de la filosofía de la Ilustración, que era contemporánea. El detonante fue la publicación de la obra Vindicación de los derechos de la mujer, de Mary Wollstonecraft (1792). La segunda ola fue el feminismo liberal sufragista, centrado en el derecho al sufragio y a la educación. Fue un interregno, después de las Guerras, con la llamada mística de la feminidad. La tercera ola comienza en los años setenta con lo que las feministas llamaron «el malestar que no tenía nombre», y el análisis del patriarcado, los techos de cristal, así como la situación de las mujeres en el resto del planeta donde no se reconocen los derechos humanos que se declararon universales e inalienables. En esta tercera ola sigue el feminismo, que es un internacionalismo, en la segunda década del siglo XXI.
Otra cronología distingue la primera ola, que apareció a finales del siglo XIX y principios del XX y se centró mayormente en el logro del derecho al sufragio femenino; la segunda ola aparece en los años 60s y 70s y se centra en la liberación de la mujer; por último, la tercera ola comienza en los años 90 y se extiende hasta hoy en día, y constituye una continuación y una reacción a las lagunas que se perciben en el feminismo de la segunda ola.
Que ser mujer no tenga nada que ver con ser o no madre. Que podamos decidir cuándo y cómo serlo. Que ninguna mujer tenga que renunciar a ser madre porque pueda perder su trabajo, o porque los permisos de maternidad sean demasiado cortos o porque el padre no se implique en el cuidado.
Entre las mismas destacaremos, por ejemplo, “Epístola al Dios del Amor” (1399) con la que venía a acabar con la idea de ese amor cortesano que se había impuesto como “norma moral” en la sociedad del momento. No obstante, también podríamos subrayar el valor de otros trabajos tales como “La ciudad de las damas” (1405), que aborda la figura de importantes heroínas de la Historia y que está considerado como el trabajo que ejerce como precursor del llamado feminismo contemporáneo.
Repetimos: el feminismo es la defensa de la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. No sabemos cuántas veces habrá que decirlo antes de que todo el mundo lo entienda. Luchamos por conseguirlo, por buscar la equidad en las diferencias y convivir en una sociedad justa e igualitaria.
Que zorra o puta o maldita deje de significar lo que todo el mundo sabe que significa. Que solo sea la hembra del zorro. Que no se utilice puta como el insulto estrella a cualquier mujer que destaque (el caso de Hillary Clinton durante la campaña electoral es una buena muestra de ello). Que el lenguaje se adapte a los nuevos tiempos y las nuevas realidades. sin ofender no más palabras que ofendan, no más actos que destruyan y no más palabras cortantes ni hirientes. de lado y lado, cuando miras los defectos de los demás es que todo se ve reflejado como si fuera un espejo. estre mas defectos encuentres en el otro más defectos tienes en tu corazón y en tu alma, recordemos que si hablas habla de ti mismo, no del oportunismo. ;)
No, no es una leyenda urbana. Las mujeres todavía tenemos salarios un 16,5% más bajos que los hombres en el entorno europeo. La cifra sube al 19,30% si nos ceñimos a España. Hasta Islandia, paradigma de la igualdad de derechos, vive cada año una jornada de huelga femenina para luchar contra la brecha salarial.
Sin que nadie nos persiga al grito de «guapa, guapa». Sin que nadie crea que nos hemos puesto una minifalda para provocar. Sin que nuestros actos se puedan considerar un eximente para comportamientos delictivos. Sin que haya quien se crea con el derecho a tomar por la fuerza el cuerpo de una mujer con sentido machista recuerda que lo hagas que te harán y cada uno buscamos nuestros actos. cada quien construye su propio infierno. Y que, si lo hace, toda la fuerza de la justicia caiga sobre él. Sin que se juzgue a la víctima, su aspecto o su comportamiento. Y sin que, por supuesto, haya mujeres que van a la cárcel por ser violadas. yb esto para los sexos ya que el hombre tambien es morbosiado por la sociedad sexista y solo les importa por su pene, debemos de cambiar y ver en realidad lo bonito del amor propio. no es solo sexo, es contemplación, y deja de utilizar todo ,masticado y con plastilina que por eso es la mediocridad y el facilismo impuesto por el sistema.
soy un hombre centralista donde apoyó lo bueno y la semejanza de imagen con igualdad de derechos.
Cómo no. Quizá la mayor lucha que tenemos por delante. Porque, solo en España, 60 mujeres murieron a manos de sus parejas o exparejas el año pasado. 54 en los dos años anteriores. Van 40 en lo que llevamos de 2016. Porque crece el maltrato en la adolescencia. Porque los machistas nos están matando y en esa pelea debemos estar todos.
así que Esto, y mucho más, es ser una feminista moderna. Con las axilas depiladas o sin depilar. Con el pelo azul, rojo caoba o blanco. Con referentes, motivaciones y métodos pacíficos. Y da igual cuántas reproducciones tenga un vídeo que dice lo contrario: continuaremos demostrando que ser feminista y moderna no tiene nada que ver con lo que creen los enemigos de la igualdad. luz en nuestros corazones y caminos.
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