no mas de tus mentiras ni chismes, ataca la mentiras consejos para actuar frente a ella.
PARA NOSOTROS NACIDOS EN EL SENO DE DIFERENTES CREENCIAS, DE SOCIEDAD AMBIGUAS SIN CARÁCTER PROPIO o social nos encontramos y vemos que los bufones sobran y abundas con sus máscaras de camuflaje por doquier. la verdad les incomoda, tanto como la mierda. recuerda valora tu cuerpo mente y espíritu. las siguientes personas han confesado que es muy fácil mentir e inventar historias que solo creen ellos, jugando con su realidad y su persepcion analitica. afectando gravemente como un cáncer su alma, envenenado con su caminar, y volviendo tóxico lo humano.
¿Por qué a ciertas personas les seduce el chisme más que a otras y pueden convertirse en fábricas de rumores? "Falta de vida propia", señalan los expertos en comportamiento humano, como el psicólogo Alejandro Cortés. "Los chismosos son personas que no viven su vida hacia adentro y desde dentro, sino que viven la de los demás", responde la psicóloga Olga Susana Otero.
Aunque no se podría afirmar que el chismoso tiene un perfil psicológico claro, "generalmente posee una personalidad obsesiva controladora, no le resulta fácil aceptar las diferencias de quienes lo rodean y por eso está presto a detectar el defecto en los otros", asegura Cortés.
Y si bien no es labor de poca monta hacer una radiografía del personaje, existen dos tipos: aquel que obtiene beneficios (laborales, sociales o académicos) mediante la destrucción de la imagen social de la persona objetivo del chisme, y el que busca popularidad y "se convierte en poseedor de información y, por lo tanto, obtiene atención de quienes lo rodean", afirma Cortés.
Esa malsana costumbre de disociar, dañar reputaciones y armar enredos con una habilidad para pasar inadvertido, tiene su raíz en la envidia extrema. "No resulta fácil establecer el comportamiento de chisme como una patología, sin embargo la utilización de este tipo de artimañas de manera extrema puede asumirse como un síntoma de neurosis o de esquizofrenia", sostiene el experto.
Y el chisme no discrimina. No conoce género, raza o condición social. Seduce a hombres y mujeres sin distinción. Claro que cada uno tiene modos de maniobrar distintos. A ellos se les reconoce su astucia para capitalizar las habladurías. Escritores como Norman Mailer, que entrevistó a Marilyn Monroe, o Andrew Morton, célebre por sus biografías no autorizadas de Lady Di, Madonna, Angelina Jolie y Mónica Lewinsky, construyeron muchos de sus relatos a partir de infidencias. Mientras que sobre las mujeres cae el estereotipo de su supuesta afilada lengua. Lo que resulta siendo un prejuicio que no es justo con la realidad.
"No es ético sesgar a un género", dice Raquel Gómez, abogada y consultora en construcción de marca personal (Personal Branding). Sin embargo, la diferencia podría radicar en que las mujeres "suelen contar su vida personal y proyectos, y ponerlos en evidencia con sus compañeros con más frecuencia. Compartir más sus impresiones y sentimientos las hace más vulnerables frente al rumor. Los hombres, por lo regular, son más reservados", concluye.
Lo cierto es que el chisme coloniza todos los espacios, desde un pequeño círculo de amistades, hasta naciones. Y lo logra porque aparece y se propaga como un virus y no da tiempo para reaccionar. Pero ¿ser chismoso se contagia? "Una persona se puede volver así para ganarse a las demás. La presión de grupo la hace sucumbir", anota Otero.
Además "es fácil caer en la trampa porque la información que recibimos podemos transmitirla, convirtiéndonos, sin quererlo, en cómplices", agrega Cortés. Y ciertamente da poder. "Los chismosos son por lo regular personas manipuladoras de las situaciones, ventajosas, y generan los rumores para crear confusión", apunta Otero.
Le tengo el chisme...". Es la expresión socarrona que se usa a diario y que pasa por divertida, inofensiva y hasta rompe hielo en una conversación. ¿Quién no ha caído herido en la emboscada de una lengua ponzoñosa y quién no se ha regodeado con el placer que produce el chisme? Al fin y al cabo, lo dice el psicólogo Alejandro Cortés, "esta forma de narración es un medio de relación entre las personas".
Por eso para muchos adquiere valía el dime cuánto rumoran de ti y te diré quién eres. Es decir, alguien podría creer que si se cae en las redes de un chisme, puede darse por bien servido porque existe y hasta se cotiza.
Eso lo podría decir Charlie Sheen, quien por cuenta de los escándalos por excesos, su papel en la serie Two and a Half Men, tuvo más visibilidad y, luego de salir de esta debido a su comportamiento, las especulaciones sobre él y sus adicciones aumentaron su fama a tal punto que en solo 24 horas ya contaba con más de dos millones de seguidores en Twitter, además organizó un tour para presentar su stand up comedy, llamado Charlie Sheen Live: My Violent Torpedo of Truth, con el que ganó siete millones de dólares. Por supuesto, eso sucede en una minoría de los casos, pues para la mayoría los efectos de una situación parecida o de la dispersión de un rumor malintencionado pueden ser devastadores.
James Randi, una leyenda en el mundo de la magia. Pero podrían haber sido emitidas por cualquier otro “experto en el arte de ocultar la verdad”. Hay muchos; y no todos son magos.
Pero es cierto. Engañar es muy fácil: tanto, que incluso niños muy pequeños logran hacerlo con éxito. Aprenden pronto que la mentira es un camino muy fácil para obtener ganancias sin esfuerzo y evitar castigos. Demasiado atractivo para algunos. ¿Pero sólo para algunos? para la señora Aubrey Wiest revela que tuvo adicción al chismorreo, a las habladurías, la comidilla, en fin, a hablar sobre otras personas. Le fascinaba juntarse con sus amigas y amigos a hablar de todo lo malo que habían hecho sus conocidos. Sin embargo, siempre pensó que odiaría que la gente hable mal de ella a sus espaldas. Reflexionando sobre esto se dio cuenta que tenía que darle un cambio a su vida y comenzó a evitar esta actitud. De ahí en adelante ha sentido que su vida ha mejorado y se siente mucho mejor consigo misma.
¿Cómo neutralizarlos?
A los devotos del chismorreo se les puede mantener a raya. Generalmente son inseguros, ansiosos y asumen el control de las situaciones desde el ataque social, amparados en el anonimato. Una forma de neutralizarlos, dice Otero, es estar alerta y entender que "siempre que alguien se ocupe de contarle algo acerca de un tercero, tiene inconscientemente el deseo de armar una idea sobre otros".
Las víctimas más vulnerables, por lo menos en ambientes laborales, "son las que van en proceso ascendente y logran resultados contundentes y visibles. Otras potenciales son las que se exponen con actuaciones inadecuadas en eventos públicos", dice Gómez. En otras palabras, las que dan papaya. "Y las que no tienen reparos en hacer mesa redonda de sus vidas también pueden dar lugar a rumores, que nada tienen que ver con la dinámica productiva de una compañía", explica.
El daño a la integridad, a la imagen personal y a la autoestima, muchas veces es irreparable. "La víctima queda en desventaja, herida, con miedo y puede incluso volverse agresiva", explica Otero. Por eso "es vital la solidaridad con quien es objeto de los rumores, por cuanto muchas veces ignora el volumen o características de los mismos", precisa Cortés.
Los receptores de la información pueden cortar el teléfono roto "absteniéndose de divulgarla e informando a quien está siendo objeto de los chismes o conminando abiertamente a quien los genera o reproduce, estimulando así una sanción social a estos comportamientos", agrega.
Es clave la resolución y firmeza. A un chismoso "no hay que contarle nada y no permitirle que hable de terceros que no están presentes", insiste Olga Susana Otero.
¿Y qué puede hacer la víctima? "Es importante confrontar o desmentir la información divulgada o, por lo menos, es necesario que tenga la posibilidad de reivindicar su derecho a la privacidad", indica Cortés. El chisme es un vicio que se puede prevenir con asertividad, "esa capacidad que poseemos para expresar lo que pensamos o sentimos de manera adecuada, poniendo límites claros en los estilos de relación", apunta el psicólogo.
Y así chismear sea un acto inconsciente, quien lo ejerce en forma intensa necesita tratamiento psicológico "si le gana la envidia y el deseo de excluir constantemente a otros con la fantasía de ser tenido en cuenta", recomienda Otero. Así que la próxima vez que escuche o diga "¡pst, pst, pst!, le tengo el chisme", piénselo dos veces... Su boca puede convertirse en una demoledora bomba de tiempo.
Chismes mentirosos de colección
- La boca sensual de la actriz Angelina Jolie es puro colágeno inyectado.
- Elvis Presley está vivo. Cansado de los chismes y la fama prefirió darse por muerto para ser un anónimo feliz.
- Justin Bieber apareció muerto... Pero de la risa, porque el cantante sigue trinando su éxito 'Baby'... baby ¡ohhhh!'
- Thalía se quitó un par de costillas para jactarse de su cintura de avispa. Y es cierto, no las tiene, pero porque así nació, dice ella... (y a la gente hay que creerle).
- El padre 'Chucho' salió de RCN porque tenía novia y hasta hijos.
- Que Osama Bin Laden negoció con EE.UU. su supuesta muerte 'mediática' para desaparecer de la escena pública.
- Barack Obama, presidente de EE.UU. mintió porque no nació allí.
Los graves riesgos que conlleva la mentira
Pero aunque casi todos hayamos mentido alguna vez, hoy más que nunca es necesario insistir en que el engaño es algo reprobable que puede convertirse en un juego muy peligroso. La investigación ha demostrado por qué:
- El éxito de una mentira alimenta la repetición de los actos que se han ocultado. Éstos suelen ser reproblables y la consecuencia de que aumenten son claras.
- Cuanto más se miente es más difícil descubrir al mentiroso. Cuando quien oculta la verdad comprueba que su estrategia es válida, actúa con más seguridad y reduce las señales externas de nerviosismo. Cada vez será más difícil pillarle.
- El acto de mentir se imita fácilmente. Muchos mienten ante hijos, amigos… Sin pudor. Ver mentir a otros puede llevarnos a pensar en momentos de debilidad: “¿Por qué no lo hago yo también?” El engaño es muy contaminante. Hay sociedades muy afectadas por este mal.
- Pero además mentir puede generar daños importantes en quienes son engañados. El más grave es la indefensión ya que no se puede evitar ni actuar sobre aquello que se desconoce.
- Y si quien nos engaña es alguien en quien se confía, se admira o se quiere -un hijo, la pareja, un ídolo- la mentira genera también decepción, desconfianza, pérdida de referentes…
Está claro. Son muchos los motivos para evitar que se propague la nocivacultura del engaño, pero ¿cómo conseguirlo? Los expertos coinciden: en la prevención está la clave. Y en ella es fundamental la educación y sobre todo el ejemplo.
Los expertos coinciden: en la prevención está la clavePero para muchos ya es tarde. Se han convertido en mentirosos profesionales. La investigación es clara al respecto, solo hay una manera eficaz para lograr que quien ha empezado a mentir deje de hacerlo: establecer consecuencias firmes que hagan desistir de seguir engañando. Sabemos sobradamente que el perdón no es útil para este propósito.
Pero para poner consecuencias antes hay que detectar a quiénes mienten. ¿Cómo hacerlo? Muchos estudios han ofrecido pistas eficaces. Conocerlas es algo clave en la prevención.
7 claves para saber quién miente
1. L@s mentirosos suelen estar a la defensiva no dicen la verdad jamás y es fácil que se resistan a colaborar. Las personas sinceras suelen estar dispuestas a dar explicaciones.
2. L@s que mienten suelen controlar mucho la expresión de su rostro. Sonríen pero sin emoción o sobreactuando todo, son grandes y pueden hablar como niños solo por sus caprichos, son como seres sumergidos en su país de maravillas. Los sinceros muestran una expresión facial normalizada.
3. También suelen evitar sentarse frente a quien interroga o le habla con verdad. En general se sitúan de lado y cruzan brazos y piernas. Los que dicen la verdad no dudan en ponerse de frente y hablar con serenidad ante todo. enfrentando sus conflictos por ellos mismos sin terceros, recuerda que solo envenenas tu alma.
4. Quienes mienten controlan mucho los movimientos de las manos, pero mueven el resto del cuerpo. A veces agudizan la voz, respiran profundamente o suspiran. cambian de mirar repentinamente y rápidamente, se incomodan y no son tranquilos ni con ellos mismos. Los sinceros enfatizan y mueven las manos al ritmo del discurso. Sus reacciones fisiológicas se muestran naturales.
5. Quienes mienten suelen emplear palabras imprecisas para distanciarse emocionalmente de los hechos. Para ello, suelen emplear palabras como “tal vez”, “algunos”, “la situación” o se me fue la paloma, quien habla con veracidad sigue hablando como si fuera su duscurso con apasoniamiento…
6. También suelen dar respuestas evasivas, piden que se repita la pregunta o incrementan las pausas para pensar las respuestas. Suelen empezar con frases como “pues para ser sincero…” Los que dicen la verdad suelen responder directamente y sin pausas.
7. Alguien sincero puede emitir imprecisiones pero no dudará en volver a aplicarlas si es necesario, dándole todo más masticado y si es necesario te pregunta si se ha hecho entender, si no te facilita todo explicandote hasta con plastilina. Quienes mienten mostrarán muchas resistencias para hacerlo. Y no solo eso: puede que se le escapen datos que intente rectificar rápidamente. Esos deslices pueden ser pistas certeras. Es bueno indagar en ellas.
El método más eficaz para obtener la verdad
Pero sin duda el método más eficaz para descubrir a una mentira y obtener la verdad es una confesión. las personas detestan la verdad de los demás seres, si no comparten su afinidad inventan historias, hablan de mas, tanto que pueden hacer matar a personas por su lengua viperina, hablan sin compasión hasta de sus familiares, ¿Existen medios efectivos para obtenerla? En la actualidad, el método Reid es uno de los más utilizados en interrogatorios de todo el mundo. Intenta crear situaciones opuestas que desestabilicen al sospechoso y provoquen “respuestas instintivas” que le hagan confesar. Su simplicidad y eficacia del método lo hace útil para la vida cotidiana.
dicho metodo Consta de nueve pasos.
1. Se dirá a la persona que existe evidencia suficiente para acusarle. Aunque sea incierto.2. Se le llevará al punto opuesto y se le tratará como una víctima. Se buscarán argumentos para alejarle de la responsabilidad de lo que se le acusa.
3. Se evitará que se excuse. Así impediremos que fortalezca sus defensas.
4. A esta altura el acusado intentará exponer las razones que le exculpan de la acusación. Cuando éstas son muy secundarias será generalmente culpable.
5. Mostrar comprensión para aumentar su receptividad y disminuir sus defensas.
6. Tranquilizar y dar alternativas; tras la presión pueden liberar el llanto. Ofrecer entonces una imagen paternal y presentar las opciones. Tendrán escasa conciencia de la situación que afrontar e intentarán escapar aceptando un “mal menor”.
7. Realizar una pregunta con dos respuestas en las que se asuma culpa, aunqueuna será más aceptable, como “¿Lo hiciste por voluntad propia o te obligaron?”. El inocente negará o se enfadará, pero la presión hará que el culpable responda sin percibir que se ha inculpado.
8. Dejar al acusado hablar de lo ocurrido. Si aún no ha confesado, seguramente al ver caer su coartada la presión lo haga confesar.
9. Confesión.
Nunca es tarde. Podemos evitar caer en las redes de la cultura del engaño. Tenemos herramientas para ello. Sólo falta tomar conciencia y tener voluntad para trabajar en ello.
Por esta razón decidió darte tambien 8 consejos para evitar los chismes:
1. Encuentra un amigo que te ayude
Elige un amigo o amiga que te ayude. Que te pare cada vez que vayas a meter en la conversación un chisme sobre alguien o que simplemente cambie el tema.

2. Deja el lugar
Cada vez que alguien comience con el chisme aléjate de esa conversación con alguna excusa, como por ejemplo: “Me voy al baño” o “Debo llamar a mi madre”.

3. No alientes al chismoso
Si la persona con la que estás conversando comienza a contar algo sobre otra persona y no tienes escapatoria prueba cambiando el tema. Por ejemplo responde con cualquier otro tema que tengan en común como alguna serie de televisión.

4. Simplemente dile lo que piensas CON VERDAD
Ya intentaste todo y no puedes combatir contra el chismoso. Entonces dile de buena manera lo que piensas y porque debería dejar de hacerlo. Quizás se rían en tu cara pero al menos dejaste en claro tu posición.

5. Ayúdate a ti mismo antes de ayudar a los demás, PRIMERO ES UNO.
Si te es muy difícil dejar de hacerlo recuerda que uno siempre comete errores y que siempre habrá una nueva ocasión para mejorar. Recuerda lo mal que te sentirías si alguien esparce un rumor sobre ti.

6. Se amable y se feliz CON VERDADERA LIBERTAD.
Al final la mejor forma de dejar de lado el chisme y ayudar al resto a no hacerlo es ser amable. Si crees que decir algo sobre una persona a sus espaldas le molestaría entonces no lo hagas, piensa en el bien del resto y todo será más fácil.
bibliografía y análisis de ;
Comentarios
Publicar un comentario